Es increíble. A veces ni las vemos. Si nos
preguntan de qué color es, nos costaría trabajo acordarnos… Sólo si la quitamos
es cuando notamos el calorcito que nos da ver una alfombra bajo nuestros pies,
verdad?
Pero no sólo por el calor físico, que también,
sino porque decoran, acompañan los muebles, la zona de dormir, de jugar, los
pasillos… Es un elemento que a veces pasa desapercibido, pero si falta, se nota
el ambiente como desnudo…
La verdad es que nos encanta la versatilidad y la
calidad de las Alfombras KP. Nos permite jugar con la medida, ya que la cortan
justo para la habitación que queremos, o incluso nos la recortan con forma
redonda o con forma más caprichosa, si queremos.
Nos suele preocupar acertar con la medida de la
alfombra. ¿Cuánto debe sobresalir de la mesa? ¿Debe pisar los sofás? ¿Junto a
la cama o pegando a ella? KP nos da varias recomendaciones, pero siempre
teniendo en cuenta que cualquier medida, color o composición es válida, cada
casa es un mundo y depende de las prioridades de cada familia, así que todo
vale…
Eso si, inspirarse en estancias con bonitas
alfombras siempre ayuda, así que os dejamos con bonitos ejemplos…
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